La noche ilumina los pinos del bosque
el viento rodea mi andar con dulzura
mis pies presionan la tierra
embarrada
Una cascada que
refleja la noche estrellada
me advierte con sutileza
*es un espejo que no hace trampa.
Soy torpe
taladro la tierra
firme
como quien demuele con fuerza
la pared de una casa vieja
Estoy muda
las palabras que no se dicen
alguien las arranca de mi boca
Forcejea cruel y hostil
duele y aturde el grito mudo.
El agua siempre es el presagio
y las tres estrellas fugaces que conté
para mí.